Nos encontramos en un momento clave en la historia argentina y latinoamericana. Frente a la imposición del sistema neoliberal en el mundo, una serie de gobiernos populares de nuestra América Latina han empezado a romper con las verdades supuestas. Que la política era corrupción, que las ideologías no existían, que las utopías eran falsedades. Hoy podemos volver a soñar con aquella Patria Grande, Justa, Libre y Soberana con la que soñaron nuestros 30.000 compañeros desaparecidos. Un gobierno Nacional que avanza en este sentido, aun con todas las contradicciones, es un gobierno que tenemos que defender frente a las estructuras de poder concentrado tanto extranjeras como nacionales, hoy encarnadas en la Sociedad Rural, los grandes monopolios y las multinacionales. Este poder concentrado es el que saquea las riquezas del país y reparte las ganancias entre unos pocos, engañando a través de los medios a las grandes mayorías populares.
Es responsabilidad de la juventud, la que está en los barrios y ve lo que sucede realmente, la de generar una fuerte base popular que permita avanzar hacia esa Patria que soñaron nuestros mártires.
El movimiento estudiantil secundario no puede estar aislado de esta realidad. Es por eso que debe participar activamente de la discusión tanto a nivel nacional como en Capital. En este sentido, es que vemos que a diferencia de lo que ocurre en el plano nacional, nos encontramos con un jefe de gobierno que es la cara visible del neoliberalismo: recorta el presupuesto para la educación y salud pública, para los planes de desarrollo social, etcétera. Frente a estas políticas privatizadoras y con fines totalmente ajenos a los intereses populares es que los compañeros de varios colegios han estado movilizados. Contra el ajuste macrista, que recortó un 50 por ciento el presupuesto de la educación pública.
Por todo esto construimos la Unión de Estudiantes Secundarios, porque reivindicamos a los compañeros que la construyeron en los setenta, contra la dictadura gorila de Lanusse. Esa lucha, que aún hoy sigue vigente, está basada en la construcción de una sociedad inclusiva, comprometida, solidaria, transformadora. Los jóvenes debemos formar parte de este movimiento de manera activa y comprometida, quedarnos afuera significaría perder una oportunidad histórica para la realización de ese país que soñamos y defendemos. Aquel país que está volviendo a ser pensado, esta vez desde las raíces nacionales y populares que sufrieron, a lo largo de nuestra historia, difíciles y dolorosos momentos. Es así que reivindicamos a cada uno de los militantes populares revolucionarios caídos luchando por un ideal, un ideal que no está muerto, el ideal de Evita, de Perón y del Che y que es nuestro deber recogerlo y llevarlo como bandera a la Victoria.
Es responsabilidad de la juventud, la que está en los barrios y ve lo que sucede realmente, la de generar una fuerte base popular que permita avanzar hacia esa Patria que soñaron nuestros mártires.
El movimiento estudiantil secundario no puede estar aislado de esta realidad. Es por eso que debe participar activamente de la discusión tanto a nivel nacional como en Capital. En este sentido, es que vemos que a diferencia de lo que ocurre en el plano nacional, nos encontramos con un jefe de gobierno que es la cara visible del neoliberalismo: recorta el presupuesto para la educación y salud pública, para los planes de desarrollo social, etcétera. Frente a estas políticas privatizadoras y con fines totalmente ajenos a los intereses populares es que los compañeros de varios colegios han estado movilizados. Contra el ajuste macrista, que recortó un 50 por ciento el presupuesto de la educación pública.
Por todo esto construimos la Unión de Estudiantes Secundarios, porque reivindicamos a los compañeros que la construyeron en los setenta, contra la dictadura gorila de Lanusse. Esa lucha, que aún hoy sigue vigente, está basada en la construcción de una sociedad inclusiva, comprometida, solidaria, transformadora. Los jóvenes debemos formar parte de este movimiento de manera activa y comprometida, quedarnos afuera significaría perder una oportunidad histórica para la realización de ese país que soñamos y defendemos. Aquel país que está volviendo a ser pensado, esta vez desde las raíces nacionales y populares que sufrieron, a lo largo de nuestra historia, difíciles y dolorosos momentos. Es así que reivindicamos a cada uno de los militantes populares revolucionarios caídos luchando por un ideal, un ideal que no está muerto, el ideal de Evita, de Perón y del Che y que es nuestro deber recogerlo y llevarlo como bandera a la Victoria.
Unión de Estudiantes Secundarios (Capital)
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