El inicio del ciclo lectivo de 2009 será el punto de partida del funcionamiento del nuevo régimen de becas para estudiantes de las escuelas secundarias públicas de la ciudad de Buenos Aires que se encuentren en situación de vulnerabilidad social. Es que, de manera unánime, cerca de 50 legisladores aprobaron la norma, ideada en consenso por todos los integrantes de la Comisión de Educación –incluso legisladores del PRO– y los estudiantes secundarios de más de una docena de escuelas secundarias porteñas. Entre los seis planes que cada bloque presentó en comisión, el conformado por los adolescentes se convirtió en la base fundamental sobre la que se redactó el proyecto final. Entre los puntos fundamentales, los legisladores destacaron que recaiga sobre el Estado porteño la responsabilidad “indelegable” del otorgamiento, control y evaluación del régimen, además del aumento y la movilidad del beneficio, al equipararlo con el monto del salario mínimo.
La ayuda monetaria se convirtió en eje de discusión cuando el Ministerio de Educación de la ciudad decidió recortar la cantidad de beneficios en casi un 50 por ciento. Lejos de aceptar la determinación, los alumnos de las escuelas medias públicas iniciaron una cadena de medidas de protesta que incluyó la toma simultánea de más de una docena de establecimientos durante varios días y marchas multitudinarias. Según informó la Defensoría del Pueblo porteña, de las 33.728 solicitudes rechazadas, el 58,6 por ciento pertenecía a chicos de hogares con ingresos bajo la línea de pobreza.
El conflicto “demostró la evidente falta de una norma clara sobre las becas que impidiera toda forma de manipulación en su adjudicación y cobro”, sostuvo en su manifestación Patricia Walsh, legisladora por Nueva Izquierda. Para ella, la nueva norma tiene cuatro puntos fundamentales: “Establece una cifra precisa, más alta y actualizable; amplía el universo de los destinatarios; establece criterios claros para el otorgamiento y explicita que todo el monitoreo del régimen de becas es facultad indelegable del Estado”.
“Es fundamental porque atiende a las necesidades de quienes, de no obtener una beca, no podrían continuar estudiando”, remarcó desde el bloque de la Coalición Cívica el presidente de la comisión, Enrique Olivera. En esa misma línea, la legisladora por Igualdad Social, Liliana Parada, remarcó que “es una respuesta a los criterios restrictivos del macrismo que dejaron miles y miles de chicos fuera del sistema educativo. Quien sale del sistema no vuelve. Y eso genera violencia social”.
Gran parte de esos chicos que lideraron la “batalla de la beca” se acercaron a la Comisión de Educación y se hicieron un lugar en el debate. Para un estudiante de la escuela secundaria Mariano Acosta, la creación del régimen “no es más que el resultado de la lucha que sostuvimos, acompañados de los padres y docentes, durante el año”.
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